Chica, cada día estas peor...

No te devolví la llave
cuando salí de tu casa,
¡no cambies la cerradura
que aún calienta la brasa!

Es un pequeño secreto
que yo lo guardo con celo,
cuando veo que tú sales
yo con la llave me cuelo

y reviso tus cajones,
acaricio tu camisa
y vuelvo a vivir de nuevo,
después regreso con prisa

hasta cerca de la plaza,
allí te veo pasar
y sonrío con tristeza;
¡hasta me pongo a temblar

por si un día me descubres
invadiendo tu morada,
y no entiendas mi postura
de inconsciente enamorada.

No me importan tus afectos
ni siento curiosidad
por ver que tienes en casa;
tengo la necesidad

de abrazar tu guardarropa,
de recordar tu presencia
cuando tú no estás presente,
solo te pido sapiencia

para comprenderme un poco
para entender mi postura;
si te mudas a otra casa
¡no cambies la cerradura!

Chica, cada día estas peor
¡tira de una vez, la llave
que va a ser tu perdición!

Abre tu bolso a la vida
poniéndolo boca abajo
da a la llave por perdida.

Y no vayas a la plaza
por donde él suele pasar
sus camisas, sus recuerdos
¡a lo mas hondo del mar!

Abre nuevos horizontes
que no merece la pena
querer a quien no te quiere
¡chica... ¡te pasas de buena!

Pásate por el Levante
y nos reímos un rato
tienen pinchos de alucine
y un inmejorable trato.