Respecto a mi admirado Felipe del que tengo con el una foto, de los tiempos de lucha y rebeldía, diré que sus razonamientos no han perdido peso, pero si lo ha echo su reputación. Es normal que un expresidente del gobierno con el prestigio de él, no se retire a los cincuenta, y que sus emolumentos como "ex" no cumplan las expectativas económicas de un hombre joven que en función de su alto cargo a tenido la oportunidad de aprender mucho, y por tanto sienta la necesidad de desarrollar sus saberes y en consecuencia ganar dinero. Pero cuando se divulga, que lo hace en parte asesorando a determinada empresa, su discurso entre la militancia chirría.
Y es que entre vivir muy bien, a ser millonario hay un largo trecho.
Estas cuestiones no tienen importancia en el mundo de la derecha, donde se valora mas el tener que el saber, y se presupone que quien tiene es porque sabe. De hay la tendencia de algunos plumíferos en derechistas periódicos y medios, de infravalorar los estudios y capacidades de los políticos de izquierdas, frente al pedigrí del ilustre apellido o el lustroso título.
Por eso, como comparar a un Aznar de buena familia. A un Felipe hijo de un ganadero Cántabro, y que los defectos del uno sean normales y los del otro perversos.
Y es que entre vivir muy bien, a ser millonario hay un largo trecho.
Estas cuestiones no tienen importancia en el mundo de la derecha, donde se valora mas el tener que el saber, y se presupone que quien tiene es porque sabe. De hay la tendencia de algunos plumíferos en derechistas periódicos y medios, de infravalorar los estudios y capacidades de los políticos de izquierdas, frente al pedigrí del ilustre apellido o el lustroso título.
Por eso, como comparar a un Aznar de buena familia. A un Felipe hijo de un ganadero Cántabro, y que los defectos del uno sean normales y los del otro perversos.