CARTA DE JUAN SOTO- PERIODISTA , Tribuna libre

CARTA DE JUAN SOTO- PERIODISTA
Querido Pablo:
Sabes muy bien que los hechos son los cimientos de la democracia y que las frases son la fachada. Lo explica con elocuencia Javier Pérez Andújar en Paseos con mi madre: la democracia es el metro que llega a un barrio proletario, una escuela levantada sobre un solar de jeringuillas, un centro de salud gratuito y de calidad al alcance de las piernas de los abuelos. Y la democracia, alertas tú y alertamos muchos, nos la están quitando. Tienes el privilegio de gritarlo a los cuatro vientos porque no tienes un pasado que te amarre. Por este motivo te consideras libre, aunque te equivocas: eres un esclavo del futuro, que es un patrón más arbitrario.
Sobre el futuro y el presente dijiste muchas cosas en Vistalegre. Tus frases suscitan otras frases. Ignacio Camacho respondía en ABC que Podemos no crece por lo que propone sino por lo que rechaza; Manuel Jabois, en El Mundo, que Podemos se ha constituido contra la tercera persona del plural. En El Confidencial, Carlos Sánchez te afeaba el victimismo y te citaba a Valéry: "El ejercicio del liderazgo democrático no consiste en dar sin más a la gente lo que pide sino interrogar a la ciudadanía sobre lo que necesita". Tus frases, nuestras frases: todo flota como la niebla mientras la tormenta de los hechos se aproxima.
Yo estoy contigo en que el problema fundamental de España son las puertas giratorias. De ese remolino brotan las demás cabezas de la hidra. A su lado, incluso la deuda es una circunstancia. Eres sagaz y sabes que la separación de poderes más urgente es nueva: la de los tres poderes clásicos (ejecutivo, legislativo y judicial) y el financiero. Si tu partido acaba con eso en cuatro años, este de aquí se alegrará.
Pero aun así, desconfío de otras cosas que dices: “Una de las razones por las que nos tienen miedo y hay cientos de columnistas a sueldo escribiendo contra Podemos es porque somos eficaces”. Esto no es más que una varianza sobre el estribillo que cantas cuando te preguntan por los medios de comunicación.
Me presentaré: soy un columnista a sueldo de un periódico donde se han dicho cosas buenas y malas sobre ti. Yo mismo soy errático. Pero si te critico no me lo paga el PSOE o el PP, y si te defiendo tampoco me pagas tú. De tus palabras entiendo que los columnistas que te critican te parecen “casta”. Aquí cometes el error de Inda cuando te llama etarra.
Externa Pablo Iglesias, en la Asamblea de Podemos (Daniel Muñoz)
Siempre dices que la concentración empresarial de medios de comunicación atenta contra la libertad de expresión e información. No es una tontería ni una falsedad. Lo preocupante es que abogas por el control estatal, y no es un secreto que los medios públicos son los más manipulados: Telemadrid, TV3, Canal Sur, TVE… Tu victimismo con los ataques a los que te somete el periodismo deja escapar un tufo correoso.
He leído que la Ley de Comunicación de 2013 que aprobó Correa para Ecuador te parece un buen documento, pese a que muchos profesionales la consideren una ley censora. ¿Crees que se te somete a un “linchamiento mediático” mayor que el que se ejerce contra otros políticos? La ley de Correa prohíbe el “linchamiento mediático”, en un artículo que tiene mucho de culto a la personalidad.
En tus ataques a los grupos privados pasas por alto que gracias a sus cabeceras has conocido los casos de corrupción de los grandes partidos que has usado a tu favor. Que gracias a Atresmedia y su canal verde, La Sexta, tienes a tu disposición un eficaz altavoz para las masas.
Te quejas de que existe una campaña contra Podemos, pero olvidas que hay otra campaña a favor: muchos medios se prodigan en alabanzas hacia vosotros, y de la misma forma que os atacan, muchos columnistas en todos los medios os defienden.
Los políticos y los medios tienen una relación difícil. Episodios recientes: 1) El PP se carga los medios públicos y fuerza a un medio privado a que despida a su director; 2) Tú intentas desacreditar a los medios que te atacan, mostrarte ante la ciudadanía como una víctima de la manipulación mediática de las grandes empresas y los partidos de la “casta”, y prometes una regulación si llegas al poder.
Te excedes, y muchos lo han hecho antes que tú. Son los lectores quienes tienen el derecho a reprocharle a un medio el tratamiento que se da a un político. Tú ya estás al otro lado, no te puedes permitir ese lujo. Los políticos debéis mostrar el más escrupuloso respeto a los medios cuando os atacan y la frialdad más distante cuando os alaban. Me decepciona que caigas tú, tan nuevo, en la trampa de siempre. Me decepciona que te aproveches de las críticas irracionales que promueven la animadversión o el prejuicio para no responder a las razonables.
Cuando leo lo que dices sobre los medios de comunicación, no puedo evitar ponerte acento venezolano. Hablas de “cientos de columnistas a sueldo” como Chávez hablaba de “periodistas mercenarios del imperialismo”. Consideras que La Tuerka hace periodismo libre como Chávez se jactaba del afán informador de Aló presidente. Chávez cerró medios de comunicación incómodos y tú hablas de que el estado los regule para que sirvan a los intereses del pueblo y se liberen de las cadenas de las grandes empresas. Por ahí resopla Correa también, a quien admiras.
Entiende que uno se haga ciertas preguntas:
En aras de la transparencia, ¿podrías publicar el contendido completo de la asesoría a Venezuela y Ecuador en la que participasteis varios fundadores de Podemos? Si no es posible: ¿hubo asesoría vuestra en cuanto a temas de prensa? ¿Consideras que el cierre de medios contrarios al Gobierno de Chávez fue un acto de justicia, o cuanto menos un acto necesario en aquellas circunstancias?
Creo que amigos y enemigos se alegrarían de conocer las respuestas.