Ahi suena el río y bien fuerte, pero el ruido de los golpes para destruir ordenadores y pruebas, y el secuestro del poder judicial, apaga el sonido del río, incluso apaga y tritura a quien dentro de su propio partido lo denuncia.
Dejar las milongas y centraros en el Sainete, sin
música, de la posible dimisión de Sánchez. El final, es que seguirá, para no defraudar a los secesionistas y progresistas que solo creen que Perico es el mejor, para evitar la ruina de
España. Siguen los mismos y con ganas de no irse nunca. Menuda ruina.