Agarrarse que vienen curvas, Tribuna libre

Julián Quirós.

SI el Gobierno hubiera predicado con el ejemplo, estaría legitimado para arrebatarle a los españoles ochenta mil millones más en impuestos. Si Sánchez hubiera empezado por reducir el gasto público, grande y pequeño, gigantesco y vergonzoso, inútil y derrochador, si hubiera hecho eso, resultaría hasta aceptable el alza de la presión fiscal. Eso es lo primero que debiera haber hecho el Gobierno para cumplir con los ajustes exigidos por Bruselas para reducir el déficit. Lo segundo en prioridad debería ser acabar con la economía sumergida, que oculta entre el 25% y el 30% de la riqueza nacional, pero esto tampoco le interesa. En lugar de afrontar (1) el recorte del gasto y (2) el control de la economía B se afana en ir directamente al paso tres: quedarse con más rentas de los españoles que ya pagan (muchos) impuestos. El colmo, muy consonante con la epoca, es que varios de los ministros actuales usaron subterfugios escandalosos para pagar menos tributos en la compra de sus viviendas.