cosmonauta afgano, Tribuna libre

El Afganistan Socialista (1978-1992). Afganistan como nunca te lo han contado (2/2)

En 1981 se producen secuestros similares de ciudadanos soviéticos como estos. Fueron ejecutados como hoy ejecuta ISIS a sus capturados. Entonces, los medios de prensa, a ese acto, igual que a los coches bomba, le llamaban "luchar por la libertad"

Ciudadanos soviéticos capturados por los muyahidines. 1981. Fueron degollados y tiroteados

De hecho, Bin Laden era retratado en medios occidentales en los años 90 como un héroe de la libertad

Con la complicidad de la prensa occidental, donde se vendia que eran "rebeldes" que luchaban contra un "régimen". De hecho, ya estaba allí "informando" la conocida periodista de EL PAIS, Pilar Bonet, denunciada por la intoxicación de sus artículos sobre Ucrania en 2014.

Seguramente os suene la historia, calcada de Libia y Siria.

O en los años 80, cuando era una constante. (Curiosamente escrito por la misma tipa que hoy escribe crónicas desde Ucrania)
Los muyahidines eran "oposición armada"
Quienes les combatían, "régimen"

Por si fuera poco, incluso películas como RAMBO se dedicaban en Hollywood a esos simpáticos islamistas que luchaban por "la libertad"

Tras el 11-S, tuvieron la decencia de cambiarlo, claro, una vez sembrado Afganistan de fanatismo y muerte, intolerancia y guerra.

El progreso de Afganistan fue tal que llegó a tener el primer astronauta de su historia. Lo tuvo 12 años antes de que ESPAÑA enviase a un astronauta al espacio por primera vez en su historia.

Abdul Ahad Mohmand, primer y único cosmonauta afgano

Cuando los "muyahidines" llegaron, además de cortar los dedos a las mujeres con uñas pintadas, y matar a muchas de ellas, después de violarlas con sadismo, junto a defensores del régimen socialista, fue quemar todo el esfuerzo puesto años atrás en hacer avanzar al país.

¿Qué pasó después?

La oposición, llamada en Occidente, incluso por la izquierda "de salón" RESISTENCIA, REBELDES, LUCHADORES POR LA LIBERTAD, que no es mas que un amasijo de 300 comandantes enfrentados entre si y acostumbrados a llenarse los bolsillos con los dólares de la CIA, termina en 1992 por derribar el gobierno comunista. Las conquistas sociales son liquidadas y el país pasa a un nuevo tipo de guerra civil entre los diferentes jefes tribales.

La CIA, el régimen saudí y el general pakistaní Nasrullah Babar forman un grupo integrista aún más fanático y brutal que toma el poder en Kabul en 1996, los talibanes. Los USA pretenden que este régimen no dificulte la instalación de oleoductos que transporten el petróleo centro-asiático a manos de las petroleras yankis. Otras vías alternativas por Irán y China no son posibles. Los talibanes hacen saber mediante dos gestos lo que va a ser su política: arrastran por las calles de Kabul y cuelgan al último presidente comunista, Najibullah, y ordenan a las mujeres a esconderse debajo de de una espantosa pieza de tela. El asesinato de Najibullah podía haberlo evitado él mismo: le ofrecieron salvarse si firmaba un documento favorable a Pakistan. Al no hacerlo, los lacayos de EEUU no tardaron tiempo el darle una muerte horrenda y terrible.

Los antiguos amos de la CIA pensaron seguramente que su operación había tenido éxito y que Kabul "ya era libre". Poco imaginaban, y tampoco sus aliados de la OTAN, que los fanáticos integristas se iban a volver contra ellos colaborando, supuestamente, en los devastadoras atentados de EEUU y otros lugares.

El pueblo afgano tuvo una oportunidad de obtener un desarrollo pacífico y construir una sociedad más justa. La única ayuda que recibieron de Occidente fue las armas de los bandidos integristas, después las lágrimas de cocodrilo de algunas feministas pequeñoburguesas, los misiles de Clinton y un país sumido en la miseria en todas sus categorias clasificables.

Todavía, quienes tenemos memoria tenemos que aguantar noticias como "Una mujer conduce por primera vez en Afganistan" (Europapress, 2014), como si fuesemos IMBÉCILES y desconociésemos la historia. La Historia de un Afganistán libre, socialista, donde las mujeres podían ser y desarrollarse, donde los pobres y los humildes por fin tocasen con la punta de los dedos el poder y autogestionar sus destinos.

Por desgracia, execrables y repugnantes intereses sembraron de muerte y pobreza Afganistan en nombre de la libertad: Como en Irak, como en Libia y como hoy en Siria. Debemos recordarlo, debemos tener memoria, pues si no lo hacemos, conseguiremos que vuelvan a matar, de nuevo, a todos y todas las valientes que en 1978 lucharon por un Afganistán mejor que da mil patadas a la cloaca creada por EEUU en 2001.

Los afganos, a pesar de todo, no lo han olvidado. Cabe señalar que una encuesta de Radio Kabul en 2008 preguntaba qué gobierno preferían los afganos: Un 93% dijeron que la República Socialista, recordando el periodo de prosperidad vivido en aquellos años que, de momento, parece que no volverán