PODEMOS COMPRA UNA NUEVA SEDE....

PODEMOS COMPRA UNA NUEVA SEDE.

Igual caben todos en Galapagar.

Álvaro Martínez.

Actualizado:

04/06/2019 00:05h.

En la página web de Podemos sigue figurando Errejón como secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político, un pomposo cargo que bien mirado le viene que ni al pelo pues el pasado enero, seguramente tras realizar un «análisis estratégico» de la situación, decidió salir corriendo del partido al grito de tonto el último y buscar un «cambio político» al abrigo de Carmena, antes de que le cogiese dentro el derribo definitivo del proyecto populista que amenaza ruina desde hace tiempo. La jugada, vistos los resultados del 26-M, le salió entre regular y mal, y que Errejón siga en el organigrama de Podemos quizá tiene que ver con la imposibilidad de tener al día el staff del partido con ese trajín de fugas y purgas internas. Es un sinvivir actualizar esa web.

Desde lo del chalé piscinero de Galapagar vienen mal dadas en el partido de Iglesias, donde al mal tiempo, a esa sucesión de borrascas con aguacero y fuerte aparato eléctrico, le intentan poner buena cara... o por lo menos buena casa. Ahora se van a gastar más de 2,6 millones de euros en una nueva sede pese a que por los malos resultados en las elecciones generales verán recortados en 3,4 millones el dinero público que recibirán. También mermarán los ingresos por las autonómicas, porque el desastre del 28-A se vio ampliado el 26-M.

Pura fachada (con perdón), por tanto. La mudanza no enmascara el colapso del proyecto político de Iglesias, aquella apropiación indebida que hizo del movimiento indignado, que en apenas cinco años ha quedado al descubierto. De los «camaradas fundadores» de la foto del mitin de Sol apenas queda él. Al mismo tiempo, las llamadas confluencias han decidido romper amarras con la sigla y emprender un camino en solitario. En cada elección pierde votos a chorros, cada día le sale un «inscrito» que se le rebela. El último, Ramón Espinar, aquel que se hincaba dos cocacolas diez minutos después de llamar al boicot al refresco y que se fue una semana después que Errejón. Hoy cualquiera planta cara a la dupla al mando.

Tiene muy mala pinta lo de Podemos. A lo mejor cuando decidan actualizar el organigrama de la web se dan cuenta de que, con tanta fuga y tanta disidencia, si echan cuentas, no les compensa mudarse a las nuevas oficinas pues igual caben todos en el chalé de Galapagar.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.