EDITORIAL ABC....

EDITORIAL ABC.

Más razones aún para aplicar ya el 155.

La resolución que ayer firmaron ERC, JpC, y la CUP, admitida a trámite por la Mesa del Parlament, es la enésima prueba de que el nacionalismo no merece políticas de mano tendida ni ofertas de diálogo.

ABC.

Actualizado: 22/10/2019 23:30h.

Fueron ayer los partidos nacionalistas catalanes los que ordenaron los factores de una ecuación en la que la nueva resolución por la autodeterminación y contra la Monarquía y el Estado español, firmada por ellos, se encadena a los episodios de violencia terrorista urbana vividos en Cataluña. La asociación entre una iniciativa separatista y la violencia no responde a la manipulación de los medios de Madrid, sino a la estrategia pública del separatismo. La resolución que ayer firmaron ERC, JpC, y la CUP, admitida a trámite por la Mesa del Parlament, es la enésima prueba de que el nacionalismo no merece políticas de mano tendida ni ofertas de diálogo. El documento es un manifiesto del peor rostro del secesionismo, merecedor de una acción contundente del Estado desde todos sus poderes. La resolución ataca al Tribunal Supremo, reprueba a la Monarquía, insulta al Estado, califica el conflicto catalán como político y reitera la autodeterminación como el objetivo común de los partidos firmantes. Y supone un desafío al TC, que le había advertido recientemente de la ilegalidad de ese camino. El orden constitucional está cuestionado por una coalición de partidos que controla el poder en Cataluña y lo usa como bastón para agredir al Estado. Es un despropósito que los socialistas mantengan acuerdos con estos partidos en 41 corporaciones municipales y provinciales. Si el Parlament aprueba la resolución firmada por el frente separatista, esta institución estará otra vez al servicio de un ataque a la Constitución. El Estado debe proceder a la disolución inmediata del Parlament al amparo del artículo 155 de la Constitución, a la aplicación de la Ley de Partidos Políticos a las formaciones vinculadas con la violencia urbana y al tratamiento de las agresiones a las fuerzas policiales como actos de terrorismo. Todo lo que no sea esto es entreguismo.

R. 2º.-