(Continuación)....

HISTORIA UNIVERSAL.

La confección de un libro en la antigüedad era labor difícil, lenta y sumamente costosa. Muy curiosos eran los utensilios que usaban para ello. Los babilonios y los asirios escribían con un punzón de metal en ladrillos blandos y delgados de arcilla, que luego cocían al fuego; varios de esos ladrillos, formaban un volumen.

Los egipcios se valieron de la pintura y del grabado para representar sus jeroglíficos. Desde muy antiguos usaron tinteros y canutos de caña con los que escribían en superficies pulimentadas, como tabletas de madera, cuero y sobre todo PAPIRO, que preparaban con la planta de este nombre, abundante en las orillas del río Nilo.
(Continuará)

(Continuación).

Los libros griegos y romanos consistían en tablitas de madera enceradas o pintadas, sobre las cuales escribían con un estilete o punzón. Adoptaron asimismo el papiro egipcio en el que escribían con el CÁLAMO, empleando tinta compuesta de goma y de resina de pino o heces de vino. Una vez escritas las hojas, se arrollaban alrededor de un palo cilíndrico y se disponían unas sobre otras.

(Conrinuará)
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
(Continuación).

El papiro subió de precio y hubo que buscar otra salida. Se generalizó el uso del PERGAMINO o piel de animales domésticos cutida, pulida y blanqueada. Se llamó así por haber sobresalido en su fabricación esmerada y abundante en la ciudad de Pérgamo (Asia Menor). En el pergamino se escribía con una caña puntiaguda, y más adelante, con una pluma de ave.

(Continuará).