Se llamaba Yoseff, a bordo de una lancha abarrotada...

Se llamaba Yoseff, a bordo de una lancha abarrotada y en el regazo de su madre trata de llegar desde Libia a Italia, la lancha se rompe en dos pedazos y el mar se traga a las personas como si fueran muñecos desprovistos de identidad humana, no son nada, la madre grita, mi bebé, mi bebé ha caído al agua, lo rescatan, lo reaniman pero no consiguen salvarlo y así diariamente, mientras el mundo continúa su marcha, impasible ante tanta tragedia, a nadie le importa solucionar ese gran problema, ellos ya nacen con pandemia incluída, nos comemos los santos, vamos a misa y a comulgar y regresamos a nuestros confortables hogares y cambiamos de canal ante estas injusticias, ¿Cuándo vamos a poner freno a la pobreza, a los exiliados, a las guerras, al tercer mundo que muere lentamente, como hoy ha muerto Yoseff un bebe, que los "acomodados" ignoramos y dejamos a su suerte.

A veces una se pregunta si merece la pena vivir en este mundo.

Buenas noches.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
No puede ser, desde el principio de los tiempos, cada cual lucha por tener algo, después se quiere algo más y a la vez que unos prosperan, otros crecen en su pobreza, este problema no tiene solución.