Simón se vuelve a equivocar: la cepa británica aumenta...

Simón se vuelve a equivocar: la cepa británica aumenta un 70 por ciento los contagios.

Los expertos critican la «imprudencia» e «incapacidad de predicción» del director del CCAES tras culpar otra vez a los ciudadanos y restar importancia a la nueva variante del virus.

Josefina G. Stegmann.

MADRID Actualizado: 13/01/2021 09:31h.

Ver a Fernando Simón en sus comparecencias semanales es como ver un anuncio de coches que nadie va a comprar. Así lo retrata José Manuel Bautista, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid que señala que el portavoz de Sanidad adolece de «incapacidad de predicción». Así, recuerda, al igual que lo hace Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), cuando dijo que «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado».

« No tiene autoridad, porque él mismo la ha ido perdiendo. Puso en duda el uso de las mascarilla, la transmisión del virus por aerosoles... Predice muy mal y es poco cuidadoso porque hace aseveraciones que en el ámbito científico se evitarían hacer», añade Batista, que le critica el hecho de haberle restado importancia a los efectos de la cepa británica en España. «Podría haber dicho que no se sabe el efecto que tiene», se conforma. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias dijo el pasado lunes, en rueda de prensa, cuando Sanidad informó del peor fin de semana desde que empezó la pandemia (61.422 nuevos contagios) «la variante, en caso de tener algún impacto, es marginal al menos en nuestro país». «No podemos pensar que esto es un problema asociado a cambios en la cepa del virus circulante. Es cierto que una variante del virus puede tener un pequeño impacto en la evolución que estamos observando, pero de ninguna manera podemos achacarlo a una mutación del virus; es un problema del comportamiento que hemos tenido durante estos días», espetó ayer el epidemiólogo.

«Cuando alguien tiene esa responsablidad de comunicar y marcar la situación de una pandemia tiene que tener prudencia en sus declaraciones. No debería haber sido tan rápido al decir que la cepa no nos va a afectar porque no lo sabemos, tenemos infradiagnósticos», apunta Romero. Simón habló el pasado lunes de 70 casos de la mencionada cepa. El presidente de la OMC no lo tiene tan claro y advierte de que se está desarrollando un incremento altísmo de casos «cuando en la segunda ola se tardó casi 10 semanas en tener la subida exponencial que vemos en la tercera. En dos semanas pegamos un salto impresionante, comunidades con incidencias acumuladas por encima de 500 que estaban en 200. No podría decir que es la cepa, pero por eso hay que ser cauto; me hubiera gustado escuchar de Simón que se van a incrementar los diagnosticos para saber si realmente estamos siendo afectados por esta variedad a sabiendas de que ha pasado en otros países».

Bautista recuerda, en este sentido, los análisis realizados por los británicos. Señala que la variante británica tiene un incremento del 0,4 y 0,7 más que la variante «normal» (aproximadamente de 1,5) en el número de reproducción o tasa R, es decir, el número de contagios que produce un enfermo. «Este aumento hace que la nueva variante llegue a una tasa R de 1,9 a 2,2, es decir, que de cada 10 personas que tienen la enfermedad lo pueden transmitir a 19 o 22 nuevas personas. Esto incrementa un 70 por ciento la transmisibilidad de la infección y aunque es cierto que la cepa tiene aparantemente menos letalidad, si hay mas gente infectada el resultado es, indefectiblemente, más fallecimientos». Bautista señala que la cifra es extrapolable a España aunque depende también de la situación epidemiológica de cada país.

Así, Bautista advierte de que el efecto global de las variantes lo veremos mas adelante, «pero no hay que despreciar que los cambios que se producen en la biología de virus». Mientras tanto, el propio Consejo de Ministros aprobó ayer la prórroga de catorce días naturales y, por segunda vez, del acuerdo que limita los vuelos directos y buques de pasaje entre Reino Unido y España.

En lo que hay unanimidad es en el fallo de Simón a la hora de echar la culpa a los ciudadanos del aumento de contagios. « Lo hemos pasado mejor de lo que debíamos haberlo hecho en Navidades, ahora habrá que asumirlo», dijo el lunes. «Las declaraciones no son afortunadas, la culpa al menos está repartida. El Gobierno central y los autonómicos tienen cierto grado de responsabilidad porque han sido poco restrictivos; estamos viendo lo mismo que pasó en Estados Unidos despues de Acción de Gracias: muchos movimientos y muchos contactos en espacios cerrados y sin mascarilla y eso ha tenido repercusiones», señala Manuel Martínez Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid.

Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología coincide en «no se puede responsablizar exclusivamente a los ciudadanos independiente de que haya personas que hayan hecho caso omiso a las medidas». Aún así, no entra a valorar la gestión de Simón y apunta más que al técnico a los políticos, que son los que «toman las decisiones». «Hay que mirar todo el panel, a los que tienen que tomar las decisiones y han sido elegidos para eso; cerrar o no cerrar un municipio depende de muchas circunstancias, no solo de lo que opinen los expertos», apunta.

Y cuando se apunta a los políticos, la mirada se dirige a Salvador Illa, quien tiene un pie en el ministerio de Sanidad y otra en las elecciones catalanas. Ayer dijo en rueda de prensa que está «centrado al 101 por ciento en la lucha contra el virus, y además, en conseguir una velocidad de crucero en la vacunación de nuestro país». Pero por si había alguna duda lo dejó claro: «Seguiré gestionando mis funciones hasta que empiece la camapaña electoral».

Para Romero, la retirada de Illa es una mala noticia, pero si no se puede evitar lo insta a que el Gobierno nombre urgentemente un nuevo ministro para pilotar la pandemia: ««Si ha decidido ir a las elecciones, Illa tiene que dar un paso a un lado y buscar que alguien asuma la responsabilidad ante un escenario de preocupación como el que supone la tercera ola. Se necesita a alguien que esté al cien por cien centrado en la gestión de la pandemia»». ¿Sus apuestas? Dice que pueden ser muchos más pero apuesta por Rafael Bengoa o José Martínez Olmos.