MAÑANA ES MI NOCHE...

MAÑANA ES MI NOCHE

Si amigos y amigas. Mi papel dentro de las elecciones es el de mensajera de los votos recaudados. Ya sabéis que soy jueza de paz. Una vez realizado el escrutinio de los votos, si se ha acabado antes de las doce de la noche, yo me llevo los sobres a Burgos, a la Junta Electoral. Son dos sobres. Uno, para la elección de los municipales, y otro para la autonomía regional, en este caso de Castilla y León (se elige el patido que nos gobierne durante otros cuatro años). Otros dos sobres les entregaré en el ayuntamiento al día siguiente.
Y después ya, para junio se nombrará el nuevo gobierno municipal.
Esto de los votos es algo emocionante. Es como un partido de fútbol de los importantes. Se van viendo los votos poco a poco y se van apuntando en una pizarra hasta acabar con el escrutinio final. Hay nervios y ganas de que cada cual gane. Y a mi me emociona ver cómo la gente se come las uñas, se pone nervioso o nerviosa y tiene dudas; hasta que al final sale un vencedor. El que pierde, porque no tenga la alcaldía y porque no haya llegado a la meta, se va un tanto desilusionado.
Lo peor es ver que después de tantas ganas como ponen, al final también se desilusionen y dejen de acudir a los plenos (como pasó aquí en esta última legislatura) Yo creo que es muy bonito como lo pintan pero después, en el día a día, la gente decae. Y más si las cosas no se deciden entre todos y no se convoca al pueblo a lo necesario. A veces se hacen chanchullos y se acude a los plenos con nocturnidad para que la gente no participe. Y eso no está bien. Lo más importante en un pleno, es el pueblo; al que tienen que estimular a la participación, y no como sucede aquí, que cuantos menos vengan, mejor que mejor. Eso no es democracia. Y luego nos quejamos.
Pero en cuanto formen gobierno hay que pedir que se nos tenga en cuenta, se oiga nuestras propuestas y podamos entre todos resolver los problemas. Es el gobierno del pueblo, el ayuntamiento y es de todos. Si no lo creen así, hay que exigir que así sea.
Buenas noches y que Dios de a cada uno lo suyo, lo que se haya ganado a pulso.