Luis del Val: "Nos descolgamos del mercado único cuando...

Luis del Val: "Nos descolgamos del mercado único cuando podría bajar impuesto sin consultar a nadie"

"Un taxista portugués regresa de Europa para volver a su país y, al acercarse a los Pirineos, observa una gran zanja que le impide pasar. Y es que la Península Ibérica, se ha desgajado de Europa, y se ha convertido en una inmensa isla que navega por el mar. Ese es el comienzo de “La balsa de Piedra”, la novela del premio Nobel, José Saramago, que hoy cita oportunamente mi admirado Ignacio Camacho, en su artículo de ABC, en un intento de escudriñar en qué consiste que España haga, o pretenda llevar a cabo, acciones que no se hacen en Europa, ni, por cierto, tampoco en Portugal.

En la Unión Europea la mayoría de los países ha bajado los impuestos a sus ciudadanos, incluido Portugal, mientras que aquí, hasta hace poco, nuestra ministra de Hacienda, hablaba de todo lo contrario: de subirlos. En la Unión Europea, y más ahora con la guerra de Ucrania, no se ha demonizado el gas, mientras que aquí, nuestra ministra de Transición Ecológica, obstaculizó construir un nuevo gaseoducto que comunicara con Francia, cosa que la Unión Europa urge ahora a que se haga. Y es que a la ministra le parece bien que le compremos energía a Francia, procedente de sus centrales nucleares, sitas a unos cientos de kilómetros, mientras sueña con cerrar las pocas que funcionan en España.

En fin, no hay comunistas en los gobiernos de la Unión Europea, pero sí los hay en España, y, hablan de acabar con la Monarquía Parlamentaria. Ahora, nos descolgamos del mercado único, y dicen que eso es bueno para rebajar el precio de la luz. Ya veremos, pero me extraña que Italia, Alemania y Francia, aprueben algo que nos favorezca a nosotros y les perjudique a ellos.

De nuevo, la balsa de piedra, que Saramago concibió cuando Portugal y España vivían bajo dos dictaduras, en una balsa intelectual de piedra, alejadas sociológicamente del continente, como lo estamos ahora, cuando hasta el nacionalismo escocés se muestra europeo, mientras el catalán pactó hasta con los servicios secretos de Putin. Yo sería el primero en alegrarme de que el presidente hubiera logrado un acuerdo ventajoso. De momento, tiene que redactar un plan y que ese plan se lo aprueben en la Unión Europea. El plan de bajar los impuestos lo podría hacer sin consultar a nadie. Pero está claro que no le gusta ese plan. A mi no me gusta vivir en una balsa de piedra".