UN ALMA EN DIOS ESCONDIDA, una sencilla oración

UN ALMA EN DIOS ESCONDIDA

Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo;
decidme: ¿en qué me detengo?
o vos, ¿en qué os detenéis?
Alma, ¿qué quieres de mí?
Dios mío, no más que verte.
¿Y qué temes más de ti?
Lo que más temo es perderte.

Un alma en Dios escondida,
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y, en amor toda encendida,
tornarte de nuevo a amar?

Un amor que ocupe os pido,
Dios mío, mi alma [y] os tenga,
para hacer un dulce nido,
adonde más la convenga.