Algo que me llamó poderosamente la atención en Zaragoza...

Algo que me llamó poderosamente la atención en Zaragoza es la cantidad de puentes que tiene el río Ebro, con sus aguas color chocolate. Unos puentes inmensos desde los cuales el Pilar tiene un perspectiva muy singular. Uno de los puentes con sus dos leones custodiando las calles y el río Ebro. Guardianes atentos a lo que pasa.