Hermanos, hermanas, madres, amiguetes y amiguitos del alma, unos aristócratas «carpantianos» amorales y otros empresarios indecentes del pelotazo, es la fauna que revolotea alrededor de determinado partido muy popular en
Madrid, dispuestos a poner el cazo y llevárselo calentito sean las circunstancias que sean, considerando siempre que son buenos momentos para llenarse los bolsillos de lo público que luego tanto denostan.
Ese partido no puede acabar con la
corrupción porque es corrupción y, si
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