El matrimonio es un negocio entre dos, si se sabe compartir y entender, posiblemente nunca te separes, pero cuando uno de los dos se siente Don Juan Tenorio, o sueñas con flores que están sin brotar, es posible que se rompa. También hay gente que se confunde de destino, piensan que el matrimonio es la solución de sus problemas, y entonces es cuando de verdad aparece el problema. Luego también existe el braguetazo, que en el mundo popular se conoce como el que encuentra un chollo en el matrimonio, que a veces suele salir rana. El matrimonio duradero, es el que aguanta los defectos del otro conyugue sin pedir nada a cambio, y cuando vienen las vacas flacas, suele estar a las duras y maduras. De todas maneras hay personas que nunca debieran casarse, por sus tendencias a cambiar de pareja como se cambia uno de camisa. Luego existe el egoísta que solo quiere ser él para todo lo primero, sin dejar respirar a su conyugue. Exigiendo perfección a tope, y luego estará dando bandazos en su camino sin saber donde acabaran sus exigencias. Los defectos son iguales en ambos sexos, el egoísmo de ser y querer ser mas, pasando por encima del otro conyugue, hacen que se rompan muchos matrimonios. ... (ver texto completo)