“–En nuestro pueblo distribuyeron unos papeles... de color naranja, que decían que hacía falta mucha gente para trabajar en la cosecha.
El joven se echó a reír.
–Dicen que estamos aquí trescientos mil y apuesto a que todas las familias han visto esos papeles.
–Sí, pero si no necesitaran gente, ¿para qué se iban a molestar en distribuirlos? (…)
–Mira –dijo el joven–. Suponte que tú ofreces un empleo y sólo hay un tío que quiera trabajar. Tienes que pagarle lo que pida. Pero pon que haya cien ... (ver texto completo)
El joven se echó a reír.
–Dicen que estamos aquí trescientos mil y apuesto a que todas las familias han visto esos papeles.
–Sí, pero si no necesitaran gente, ¿para qué se iban a molestar en distribuirlos? (…)
–Mira –dijo el joven–. Suponte que tú ofreces un empleo y sólo hay un tío que quiera trabajar. Tienes que pagarle lo que pida. Pero pon que haya cien ... (ver texto completo)