El asunto de Libia no deberíamos tomárnoslo con frivolidad, pues nos va mucho en ello. Tenemos una fuerte dependencia energética de los pozos de petróleo que se encuentran en el territorio de ese país.
Y por encima de todo, entiendo que lo que les interesa a los
españoles como nación es tener garantizado nuestro suministro. A eso debería dedicarse nuestra diplomacia, puesto que les pagamos nosotros y no el pueblo libio o sus dirigentes.
Que después sea bueno que los libios tengan
democracia:
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