Pues te puedo asegurar que el impulso sexual es de los más grandes que existen, vamos, que es imposible decirle al impulso quédate quietecito, porque la química es la química, y el deseo es la única fuerza humana imparable.

Pero una cosa es el amor, y otra distinta el sexo, eso tampoco hay que olvidarlo.
Se puede tener sexo sin amor, pero es más difícil tener amor sin sexo.
Saludos.

Nunca se puede vivir sin amor, es la máquina que nos mueve. A los 50, y después. Yo sigo amando, siempre.

Hola Conchy. Tienes parte de razón. El sexo es muy poderoso, a veces nos hace hacer cosas inimaginables. Cuando ya no necesitas tanto el sexo es cuando empiezas a distinguir el amor de todo lo demás. Eso si, sin despreciar el sexo, pero tomándolo de acuerdo a tu estado físico y mental.

Hola Marisol. Yo tampoco cambio nada, la experiencia se lleva siempre encima, lo que quiero decir es que a partir de los 50, siguen existiendo las mismas cosas pero tomadas de otra manera. Un saludo.

Es cuando se comienza a vivir de verdad, cuando sabes lo que necesitas y como conseguirlo, cuando te sacas todo el partido a ti misma porque te conoces mejor que nadie. Todo es más reposado, más gratificante. Jamás volvería a los 20, a los 30, ni a los 40, donde se le daba importancia a cosas que actualmente me parecen irrisorias. ¡Vivan los 50...., y los que quedan ¡