No te preocupes. Poco a poco, conforme pase el tiempo, tu mente irá madurando y entonces comprenderás lo que ahora no puedes.
Mi mente está lo suficientemente madura, y no pienso cambiarla.
Tampoco quiero comprender otra cosa que lo que comprendo ahora, no me hace falta.
¡Amén!
Tampoco quiero comprender otra cosa que lo que comprendo ahora, no me hace falta.
¡Amén!