Pero, dos o tres noches más tarde, repitió la visita aquel jaque encargado de hacer el oso, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Pero, dos o tres noches más tarde, repitió la visita aquel jaque encargado de hacer el oso y, excediendo el mandato recibido, decidió mejorar la broma por su cuenta, para lo que se metió dentro de la ermita y se fue a gruñir, arañar y golpear con los hombros en la fragil puertecilla de la sacristía y así estuvo, según parece, más de media horasin que allí saliese otro sonido que no fuese el de las jaculatorias que musitaba el aterrado ocupante.
Y cuando el bárbaro del mozo pensó haber cumplido con creces la diligencia a que se había obligado, salió de la ermita, dejó la puerta principal abierta, tiró el rastro y se marchó a su pueblo.