El palacio del Conde Luna, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

El palacio del Conde Luna
Palacio que construye Don Pedro Suárez de Quiñones y su esposa Doña Juana González de Bazán en el siglo XIV, situado en el ángulo suroeste de la antigua muralla.
Construido de piedra sillería, conserva una portada gótica enmarcada por alfiz y en su tímpano tres escudos, el central de los Quiñones y los laterales de los Bazán.
En el piso superior un balconaje con tres ventanas exhibiendo cuatro columnas con sus respectivos capiteles de tipo mozárabe.
Tenía una torre, porque en el siglo XV se robaron unas escrituras y el agente encargado de hacer la pesquisa dice que las encontró en una torre a la que subió arriba. El palacio se integra desde 1442 dentro de los bienes del mayorazgo de Pedro Suárez II y se utilizó por el linaje familiar durante varios siglos. En el interior se hallaba decorado con yesería mudéjar.
En 1462 al Quiñones Don Diego Fernández Vigil, llamado «el afortunado» le concedió Don Enrique IV el título de Conde Luna, por las luchas contra la morisma en la vega de Granada, y en tiempo de los comuneros el tercer conde de Luna, Don Francisco Fernández Vigil de Quiñones, tuvo en su palacio aquel lance en que sirvió de marco para asesinar al obispo Vergara por los parientes del canónigo Cabeza de Vaca.
Doña Catalina Pimentel, nieta del conde de Benavente, se casó con Don Claudio Vigil de Quiñones y fue la gran mecenas de las artes en León y quien amplio este palacio construyendo el renacentista torreón, de piedra sillería y tableros de pizarra verde. El torreón, de aparejo almohadillado, consta de tres pisos y es de destacar en él la belleza de sus frisos que lucen hermosos triglifos y metopas. Los antepechos de las ventanas ostentan las arenas de los Quiñones rodeadas de motivos frutales.
Interiormente conservaba el palacio una gran escalera de piedra, un salón artesonado, cuyos restos se hallan en el Museo.
De aquí salió Don Suero de Quiñones para su lance en la Puente del Orbigo, en el Paso Honroso, aunque primeramente se dirigió «preso de amor» al alcázar de Laguna de Negrillos.
En este palacio estuvo muchos años instalado el Tribunal de la Inquisición.
A finales del pasado siglo fue vendido por los Lunas y los Frías y adquirido por la familia Álvarez Carballo. En 1978 sufrió hundimiento la parte interior del torreón.
Parece ser que ahora trata de adquirirlo el Ayuntamiento para establecer un museo local