La vertiente norteña de la cuenca drenada por este ríooeños valles en los que slos encajados en elio, y que, a medida que la orografía toma altura, permite encontrarnos con un tipo de hábitat de media ladera o meseta concentrado. Esto es comprobable en el valle del río de Ceide, iniciándose, aguas arriba y en cuanto a poblamiento se refiere, en el mismo Riello, pasando por Orrios y Ceide. En Bonella y La Urz ya es visible la disposición en altura, con perfecta orientación de las construcciones, principalmente hacia naciente y mediodía. Esto mismo ocurre en la ruta de Ariego de Arriba –situado en una loma– (fots. 23 y 24) y Ariego de Abajo, Socil, Villarín, Robledo (fots. 25 y 26) y Curueña. Idénticamente, en el valle del río de Salce, con Arienza y Salce. Desde El Castillo se asciende, siguiendo el arroyo de Santibáñez, a Santibáñez, Manzaneda y Cornombre. Por el arroyo Valduín y desde Vegarienza (fot. 27), a Garueña y Sosas del Cumbral. No ocurre lo mismo con los pueblos de Valbueno y Villadepán, ubicados a una considerable altura en zonas amesetadas.
En la vertiente Sur del valle principal se encuentran La Velilla y Trascastro; Inicio –camino de Andarraso y situado ya a considerable altitudasí como La Omañuela (fot. 28) ocupan un “fondo de valle”. Castro, Santibáñez de la Lomba (fot. 29), Campo de la Lomba (fot. 30), Folloso y Rosales se sitúan en cotas elevadas, tal como el topónimo de “lomba” viene a señalar en el caso de los primeros.