En casa siempre las esquilaba mi padre, a mi me fascinaba...

Los esquiladores, muy diestros. ¡Que manejo tan extraordinario y a que velocidades, actúan!

En casa siempre las esquilaba mi padre, a mi me fascinaba la pericia que tenía con las tijeras, pocas veces las cortaba y me pasaba muchos ratos observándole. Recuerdo que lo que me daba mucho repelús era cuando se encontraba con la consabida garrapata y la cortaba en dos, aquello siempre me hacía dar un respingo de asco con lo que solía salir corriendo prometiéndome no volver a mirar semejante "asquerosidad" jjajaaajaja