Si, si... Ya, ya.... ¡Oye, oye!.. Pues no te lo vas...

Si, si... Ya, ya.... ¡Oye, oye!.. Pues no te lo vas a creer, pero lo primero que vi al levantar la mirada, avergonzada, preguntándome ¿a ver quien me ha visto darme semejante panguazo? ¡Que vergüen!...... fue la cabeza del chucho en cuestión. Te podrás imaginar lo primero que se me vino a la cabeza en la susodicha situación. ¿No serán los espíritus, de la Navidad, que se hallan revoloteando?....