Uno, en ocasiones, se pone a "elocubrar" razonamientos...

Uno, en ocasiones, se pone a "elocubrar" razonamientos que -sabe- no tienen posibilidad (al menos de momento) de ratificación y concreción... La vida (alguna vida) después de morir, es una de éllas...

Pero yá de por sí, tener dicha posibilidad real (la de ser capaz de razonar sobre lo intangible) aún le añade -a uno- más incertidumbre y una cierta desazón, sobre la posibilidad de que aquéllo que no vemos. Que no comprendemos. Que no tocamos. Y -en suma- que no vivimos, para poderlo transmitir; pudiera ser real... y me explicaré:

En la naturaleza que conocemos, no existe parangón a la realidad de la que -no hay duda ninguna- es capaz el ser humano... Su capacidad -por ejemplo- para intentar dilucidar la existencia de un ser superior, a la vez que una posible vida, después de la muerte. ¿Qué otro ejemplo -parecido- en relación con tal posibilidad, tenemos en el mundo que conocemos...? Ninguno... Nada, absolutamente nada, es equiparable a la posibilidad, a la vez que realidad, que expongo...

Y es entonces cuando -uno- dentro de sus capacidades, se pregunta: ¿Y por qué -en la naturaleza que habito- soy el único ser con las posibilidades que poséo...? y sigue -uno- preguntándose: ¿Qué motivo y fin posee -en si misma- "mi evolución y las posibilidades que conlleva" en un mundo, en el que moverse por los ciclos naturales y por los instintos, es suficiente para vivir en él y -además- más equilibradamente, dada la naturaleza de dicho mundo..?

Uno (quizás equivocadamente, no se sabe...) siguiendo en la utilización de ésa capacidad (la de pensar) concluye que lo "ocurrido" con el ser humano -en el mundo que habita- (si de su evolución en lo físico y en lo mental hemos de hablar) no guarda la menor similitud, con "todo" lo que le rodéa. Con "todo" lo que "SÍ" es perfectamente identificable con una naturaleza en la que los hechos, son producto -incuestionable- de la própia naturaleza y sus leyes...

Y es llegado a este punto cuando -uno- (que yá no sabe por donde seguir elocubrando) se determina -a sí mismo- como "algo" cuyas diferencias con lo que le rodéa; no "cuadran" -en todas sus peculiaridades- con la naturaleza que habita, la cual -para nada- necesita, por propia naturaleza, a un ser -sobre su faz- que "disfrute" de una inteligencia tan superior y -dicho séa- tan "innecesaria" para la misma naturaleza de dicho mundo. ¿Y... si "este mundo" -en realidad- necesitar del ser humano, no ha necesitado nunca: que motivo tiene nuestra presencia y capacidades, en él...?

¿Somos -acaso- un error de la naturaleza y sus leyes; o somos algo más que -"elocubrando" -nadie- es capaz de explicar, al menos de momento...

Y es que de llegar a saber que "somos algo más" se explicarían muchas, pero que muchas cosas...

Saludos.