Lo único que deseo para mi entierro es no ser enterrado...

Lo único que deseo para mi entierro es no ser enterrado vivo (Lord Chesterfield).
Yo también, ni enterrado ni cremado.

Mi madre nos contaba que una noche el enterrador que tenía su domicilio en el propio cementerio escuchó unos chillidos y demandas de socorro de una voz que parecía salir de ultratumba (nunca mejor dicho). Pensando con lógica se dirigió hacía el lugar donde el día anterior había sido enterrada una mujer y tras permanecer junto a la lápida unos instantes no oyó ningún ruido; no obstante vía teléfono paso aviso a sus familiares más directos y éstos, ni cortos ni perezosos se desplazaron al cementerio y tras relatarles el enterrador sobre el terreno lo ocurrido, con la rapidez que demandaba el caso, sin más trámites, convenientemente alumbrados con linternas, decidieron retirar la lápida para llegar hasta el ataúd, cuando lo hubieron hecho no tuvieron necesidad de continuar con la apertura de la caja, ésta estaba semiabierta y a sus lados colgaban los brazos del ahora ya cadáver que había sido allí sepultado en vida.

saludos.