Es verdad Julín. Que a veces las salpicaduras calan...

Es verdad Julín. Que a veces las salpicaduras calan hondo, por mucho impermeable que te pongas, yo siempre digo que aunque se curen las heridas quedan las cicatrices, y eso es más difícil de borrar,

Referente al otro tema, a eso me refería yo, al decir las tareas del invierno, hacer las matanzas, encender el brasero, calentar las camas con aquellos calentadores que había que se pasaban por encima de las sabanas teniendo cuidado de no quemarlas. Etc.

Eso lo sé por mi madre, pues ella iba desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche, entonces se marchaba para casa de sus padres, a ayudar a su (TIA) con los otros hermanos, como ya le dije en otra ocasión.

Pero ella cuando nos lo explicaba, no es que se quejara, pues siempre nos dijo que en aquella casa donde iba a trabajar aprendió mucho, aunque no pudiera aprender a leer ni a escribir, que es lo que más le dolía, (aunque era un lince) otro día seguiré explicando cosas de ella.
Un abrazo.