Érase una vez... mi juventud....

Érase una vez... mi juventud.

Había estado todo el día partiendo troncos de leña con la herramienta de siempre. Al llegar casi la noche dejé de cortar leña. Quedé lo que se dice "pala arrastre". Así que cené y a la cama. Y empecé a soñar. ¿Sabe usted lo qué soñé: ¡PUES QUE ESTABA PARTIENDO LEÑA! ¡Lo que me faltaba!.