PEDROSA:...

PEDROSA:
- ¡Mariana, recapacita!

MARIANA:
-Para que yo muriera
toda Granada moriría.
Ignoras que soy noble,
hija del Capitán Caballero
de Calatrava, ¡lo olvidas!

PEDROSA:
-Tu misma te condenas.
No habrá nadie en Granada
que se asome a ver tu muerte.
Los andaluces, hablan, pero se esconden.
Estos días las calles están desiertas.
Nadie habla o sale a las plazas.
Nadie da la cara ni avala la bandera
que tu tan bien bordaste. Nadie.
Yo no quiero que mueras, habla.
Di los nombres de los conspiradores
y serás libre, volverás a casa con tus hijos.

MARIANA:
-No diré nada, Pedrosa, ¿lo oyes?
Uno vendrá a salvarme, uno en quien confío.
¡Vendrá a salvarme o a morir conmigo!
No mas amenazas Pedrosa, no te tengo miedo.
Ni a ti ni a mil que como tu vinieran.
Te tuve miedo y ahora solo te desprecio.
Puedo guardar este secreto y mil que tuviera;
y por nada del mundo delataría a los valientes.

PEDROSA:
- ¡Valientes gallinas! Tu eres valiente
pero de nada te va a servir.
Ni a ti, ni a tus hijos.
El Rey te indultaría si hablases,
di quienes son los conjurados,
por Dios, habla, que queda poco tiempo.
La Justicia si no hablas se cobrará tu vida.
¡Con la Justicia no se juega, Mariana!
¿No te das cuenta, si no hablas
mañana estarás muerta y tus hijos solos.
Habla ahora o luego será tarde.