NUÑO:
- ¡Ay, ay, ay,
que me muero
ay, ay, y aquí!.
DON MENDO:
- ¿Pero que te ha pasado, mi arma?
¿Podrá ser una estocada
que la rifaban y te haya
tocado en suerte a tí?
¿Y qué, te duele mucho, Nuño?
¡Qué dolor me das, hijo!
¡Ojalá hubieran acertado
en mi y no en otro!
NUÑO:
-También yo hubiera querido
que tu hubieras sido el herido.
Nos va fastidiar encima, mi amo
diciendo lo que no siente
porque no le duele a él, está claro.
- ¡Ay, ay, ay,
que me muero
ay, ay, y aquí!.
DON MENDO:
- ¿Pero que te ha pasado, mi arma?
¿Podrá ser una estocada
que la rifaban y te haya
tocado en suerte a tí?
¿Y qué, te duele mucho, Nuño?
¡Qué dolor me das, hijo!
¡Ojalá hubieran acertado
en mi y no en otro!
NUÑO:
-También yo hubiera querido
que tu hubieras sido el herido.
Nos va fastidiar encima, mi amo
diciendo lo que no siente
porque no le duele a él, está claro.