DON LOPE:...

DON LOPE:

-Esto, Don Álvaro rebasa
con creces mi paciencia,
que tengo mucha pero
ya no aguanto ni una pizca.
¿Este escándalo, estás loco,
Álvaro, o te lo haces?

DON ÁLVARO, CAPITÁN:

-No es lo que piensa, Lope.
Nada tengo que ver en esto
que aquí está pasando.
Quien ha sido,
no lo he visto
y si aquí he venido
es por oír las voces
que estaba muy tranquilo
y durmiendo a pierna suelta.
Me despertaron y he venido.
Lo mismo que usted ha venido
por lo mismo vine yo.

DON LOPE:
-Te conozco como al hijo
que nunca he tenido,
que está muy loco,
y encima lo niegas todo.
Pero yo ya no te creo,
Álvaro y mañana al despuntar
el día de Zalamea nos vamos.
Así que prepara todo
que hay que salir pitando.

De esta pobre gente se ha abusado
y no merecían este trato
después de abrirnos su casa
de par en par y sirviendo
todo lo mejor del campo.
Don Crespo merece que le pidas
disculpas de todo corazón
y olvida ya a su querida hija
que no se merece a alguien
con tan poco seso y tan faltón.
¡Vaya tostón que nos has dado
y esto yo mas no lo aguanto.!

Así que lo dicho. Mañana a las seis
como me llamo Don Lope, nos vamos
y sin rechistar, que ya está bien
la lata pardiez, que has dado.

DON ÁLVARO, CAPITÁN:

-A sus órdenes y no se hable mas,
que mañana nos vamos.
Buenas tenga Don Lope, pero
esta vez no acierta.