JUAN:...

JUAN:

- ¿A tu hijo tratas con tanto
rigor? No te reconozco padre
desde que te nombraron alcalde.

CRESPO:

A mi mismo y a mi propio padre
lo tratara de igual modo.
Ahora es tiempo de juzgar
lo hecho en contra de nuestra fama.

JUAN:

-También he pretendido
acabar con Isabel,
¿no lo entiendes, padre?

CRESPO:

-Basta ya, te pondré preso
y así te protegeré de ti
y de tu locura de hermano
sin honra y sin legado.
No se hable mas.
Llevadle preso.
Debo ser solo alcalde,
no padre ni tan solo
uno mas, mando y lo verás.

(A Isabel)

- Entra a firmar la querella
que ya está escrita letra
por letra, y solo tu firma queda.

ISABEL:

¡Esto es lo último, padre!
Pregonar mi deshonra en
tinta, papel y luego el sello.
No, me niego.

CRESPO:

- Es por nuestro bien.
Esto la justicia lo va
ahora presto a resolver.
¡Firma hija!