Unas amigas y yo quedamos en la estación de renfe para...

Unas amigas y yo quedamos en la estación de renfe para ir de compras al pueblo de al lado. El tren estaba a punto de aparecer y una de ellas no venía, fuí corriendo a una cabina de teléfono para llamarla, meto las monedas, marco, me apoyo en el cristal de al lado y noto como voy perdiendo la perspectiva visual
hasta que siento que estoy tumbada boca arriba, con las piernas en alto y mirando el cielo. No tenía ni idea que la noche anterior se había roto el cristal. Imaginaros mis amigas y los viejecillos del bar de enfrente.