¿Tú que eres ahora el asistente de la Mari?, ¡anda...

En qué ha cambiado Mari sobre este tema? En nada.
Analiza tranquilamente, sin el cabreo que suele acompañarse, y verás que, no hay cambio, hay suavidad, sosiego al decir.

¿Tú que eres ahora el asistente de la Mari?, ¡anda deja que conteste ella, creo que no le hace falta ningún palmero!