Burgos

Y aquí mis pasos se perdieron entre calles y callejas hasta salir de la ciudad por el camino
Foto enviada por Carmen García García


UN DIA CON ANA MARÍA MATUTE
Escrito por: jotanton el 10 Jun 2011 - URL Permanente

Por la noche cenamos con ella un grupo de unas doce personas. Con el Ribera del Duero mediante pude ya referirme al tormento sufrido y efectivamente me dejó claro que las seis de la tarde es buena hora para torear pero no para sacar a un ser como ella de conferencia. En la sobremesa pude ver también en ella al Trasgo del Sur que llevamos dentro que con el vino se hace visible en los tonos ocres de la hoja de vid y sin él permanece oculto en su mundo. No había duda de que estábamos ante un ser extraordinario que ante cualquier situación vital que salía en la conversación tenía algún personaje que desde las letras explora esa situación y desnuda a su protagonista real.
En su discurso del Cervantes en Alcalá decía “el que no inventa no vive”, realidad y ficción son uno y viven la una de la otra. Mis lecturas de su obra apenas alcanzan el Olvidado Rey Gudú y unos cuantos cuentos-no diré infantiles-, habrá que explorar Los Abel y Pequeño teatro, así que no puedo entrar en precisiones literarias, pero sí constatar la necesidad de inventores de sueños como ella.
Resaltar su defensa del cuento y su rechazo como literatura menor. El lugar de la tradición oral. La literatura como herramienta para comprender el mundo.
Otra dimensión destacable de su figura es su papel como mujer en la España de la segunda mitad del siglo XX. Esta “niña asombrada” ha hecho con su obra y con su devenir más por la igualdad que décadas de políticas de género de cara a la galería.
Para terminar el último párrafo de su discurso “Si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado.”

(fin, y mañana el mío) ... (ver texto completo)
Y aquí mis pasos se perdieron entre calles y callejas hasta salir de la ciudad por el camino mas adecuado que conduce hasta el pueblo donde vivo.
¡Y que todavía se quejen tanto los de Burgos cuando tienen un río que es una maravilla, unas riberas, unos parques: La Isla, La Quinta, Fuentes Blancas...! Ya les daba yo las riberas del Arlanzón a su paso por los prados de Tardajos. Y que se bañaran! ¡Si es que algunos es que no saben ni lo que tienen hasta el día que lo pierdan, claro!