LA VOZ:, Burgos

LA VOZ:

-Ahora no tengo miedo.
Solo temía porque una simple rosa
a veces está sola.
Pero si yo te acompaño,
tú y mi sombra
le venceremos.

Se oyen pisadas
crujiendo en el silencio,
resuena la hojarasca.
Sus enormes patas pisan
y rápido se acerca.

Un solo pensamiento lleva,
darte alcance, Rosa.
Su gran memoria
de recio elefante
le pide venganza.
Tan solo pregonaste
por el mundo su torpeza
y eso te condena.