El camino de vuelta a casa, Burgos

El camino de vuelta a casa.

Me he dado cuenta que no importa cómo es el entorno si te sientes parte de él. En unos sitios disfrutarás con los paisajes, y en otros, sentirás cómo se los maltrata y desearás ayudarlo a salir del pozo.

¿Y por eso vas a dejar de querer un lugar, porque no lo hayan considerado los demás nunca como su hogar, del hogar común de todos?

Es que este pueblo, Tardajos, hubiera podido ser todavía mejor que el de mi tierra de procedencia, porque siempre fue uno de los más importantes de la comarca; mientras que mi pueblo, siempre fue uno más, o peor, uno de los que menos tuvo siempre por razones históricas- que por no tener, no tuvo nunca ni los pinares, que fueron propiedad del duques de Medinaceli, y mas tarde de la URE. Y muchos mas pueblos compartieron esa misma historia.

Pero la historia siempre estuvo del lado de Tardajos, que Tardajos es mucho más de lo que se aprecia a simple vista. Pero ha tenido la mala suerte de dar con personas que nunca se sintieron parte, ni de su naturaleza, ni de su cultura, ni de su historia.

¿Y eso quiere decir que hayan dejado de hacer historia? La historia no respeta y no te pregunta si quieres ser parte o no de un pueblo. Tu vida y tu comportamiento crea la historia del día a día.

¿No hubiera sido mejor decir, que tal persona hizo tal y tal y tal cosa, que lo que efectivamente se ha hecho aquí?

Otra de las razones que se me ocurren, es que pueda ser que uno se haya acostumbrado a tener un pueblo muy rico, con muchas posesiones, y se crea que se debe y se puede sacar todo el beneficio posible de él. Que total, uno es quien maneja todo y nadie se va a enterar de lo que pasa.

Pero mira por donde, un día llega alguien al pueblo, que le da por pensar y decide que eso no puede seguir así. Quizás esa persona no pueda hacer nada pero si puede decir, esto ha pasado por esto, por esto y por esto. Y sin darse cuenta, cuando ha pasado mucho tiempo, resulta que ha acabado por escribir la historia de ese lugar. Y lo mismo, sin tener la intención de tal cosa, porque las personas hacemos la historia para bien o para mal.