La CUEVA DE LOS CASARES EN LA RIBA DE SAELICES
La tercera vez fue muy emocionante de nuevo. Mis niños, mi marido y yo lo pasamos fenomenal, y encima tuvimos la ocasión de comprar un libro acerca de la arqueología de mi provincia. Esta vez el libro era de Jesús Valiente Malla y aborda una guía de toda la arqueología de la provincia de Guadalajara. El libro está editado por aache- Tierra de Guadalajara en 1997.
La Cueva de los Casares es un enclave más de los mas de 50 que hay en Guadalajara.
La tercera vez fue muy emocionante de nuevo. Mis niños, mi marido y yo lo pasamos fenomenal, y encima tuvimos la ocasión de comprar un libro acerca de la arqueología de mi provincia. Esta vez el libro era de Jesús Valiente Malla y aborda una guía de toda la arqueología de la provincia de Guadalajara. El libro está editado por aache- Tierra de Guadalajara en 1997.
La Cueva de los Casares es un enclave más de los mas de 50 que hay en Guadalajara.
El dibujo del caballo de la portada del libro está basado en el grabado de un caballo en las Cuevas de los Casares (Guadalajara).
DESCRIPCIÓN DE LA CUEVA DE LOS CASARES EN LA RIBA DE SAELICES (GUADALAJARA)
En plena dominación islámica sería ocupada la Cueva de los Casares con fines estratégicos (un caso pareledo al de la Cueva Harzal de Olmedillas). De esta época data una torre desmochada, fechada en el siglo IX o X d. C., que se alza sobre la roca en que se abre la cueva. Exhibe varios rasgos típicamente islámicos en su obra, como son la zarpa o zócalo escalonado sobre el que se asienta, la puerta elevada con respecto al nivel del suelo, la tendencia a regularizar con lajas las hiladas de piedras irregulares, el uso de losas puestas de canto y las bovedillas por aproximación de hiladas al interior de los vanos de la puerta y del pasadizo de la escalera interior.
De la misma época islámica datan un aljibe abierto en el vestíbulo de la cueva, además de restos de cimentaciones que han dado al paraje su nombre de "Los Casares".
En plena dominación islámica sería ocupada la Cueva de los Casares con fines estratégicos (un caso pareledo al de la Cueva Harzal de Olmedillas). De esta época data una torre desmochada, fechada en el siglo IX o X d. C., que se alza sobre la roca en que se abre la cueva. Exhibe varios rasgos típicamente islámicos en su obra, como son la zarpa o zócalo escalonado sobre el que se asienta, la puerta elevada con respecto al nivel del suelo, la tendencia a regularizar con lajas las hiladas de piedras irregulares, el uso de losas puestas de canto y las bovedillas por aproximación de hiladas al interior de los vanos de la puerta y del pasadizo de la escalera interior.
De la misma época islámica datan un aljibe abierto en el vestíbulo de la cueva, además de restos de cimentaciones que han dado al paraje su nombre de "Los Casares".