DESDE SANTURCE A BILBAO...

DESDE SANTURCE A BILBAO

Desde Santurce a Bilbao
vengo por toda la orilla,
con la falda remangada
luciendo la pantorrilla,
vengo deprisa y corriendo
por qué me oprime el corsé,
voy gritando por las calles:

¡Quien compra!
sardinas frescué.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.

La del primero me llama
la del segundo también,
la del tercero me dice:
¿a cuánto las vende usted?
Si yo le digo que a cuatro,
ella me dice que a tres,
cojo la cesta y me marcho,

¡Quien compra!
sardinas frescué.
Mis sardinitas
que ricas son
son de Santurce
las traigo yo.