No será un organismo religioso quien te condenará a ese lugar siniestro, tenebroso y frío, al que el mundo llama "infierno". Serás tú mismo el que te conducirás allí, si no mejoras tu conducta, en todas sus vertientes. Tú y otros, estáis en camino de recolectar lo que habéis sembrado con inconsciencia, con odio y con hipocresía. Especuláis sobre males que, vosotros mismos, habéis edificado y no tenéis el valor que deberíais tener, para poder decir: "Es culpa nuestra, es culpa nuestra". ¡Yo, os he advertido de poner, a tiempo, las cosas en su justo sitio! Vosotros habéis reído y sacudido la cabeza. Habéis seguido apáticos a mis mensajes de advertencia, numerosos y llenos de tristeza. Ahora, vosotros estáis obligados a doblar la espina bajo los golpes a los que vosotros habéis dado vida y que serán muy dolorosos, a causa de vuestra incapacidad de creer en las sublimes palabras de la Verdad Crística. La realidad apocalíptica se os aparecerá en toda su luz purificadora y la angustia os asaltará, ya que vosotros tendréis miedo de rendir cuentas del mal que habéis hecho. No habrá escapatoria para los impíos.
Lo siento por tí, Indio. Si no cambias y te aproximas a Dios en tus obras, estarás desesperado más allá de la muerte.
Ya sabes, los Punidores...
Lo siento por tí, Indio. Si no cambias y te aproximas a Dios en tus obras, estarás desesperado más allá de la muerte.
Ya sabes, los Punidores...