Deploro los resquemores y las venganzas, los deseos...

Deploro los resquemores y las venganzas, los deseos de revancha y, sobre todo, la maldad humana, capaz de no dejar tranquilos ni a los propios muertos. Los que vociferan hoy son los cobardes de ayer. No son mejores que el dictador asesino.