Estoy de acerdo contigo, pero como la entrada es libre, pueden entrar hasta los engendros estos que entran por aquí, llamando a los demás lo que ellos son. Si están de acuerdo con el aborto por una razón bien sencilla -ellos, eh, no otros que pueden estarlo, y lo están, y en cambio no son así-, porque son un aborto y encima mal parido. Si hubieran interrumpido su desarrollo fetal, no estaría aquí, por eso se dejan notar y reclaman lo que reclaman. Como les contestamos, pagándoles con la misma moneda, se enrrabietan, se encoraginan y bufan: hasta rebuznan y luego salen con que comenzó otro.
He estado, hemos estado, cambiando impresiones otros foreros y yo y no ha habido palabras malsonantes entrambos; se dicen las opiniones, se rebaten si se está en desacuerdo y no pasa nada, o se corta para no llegar a mayores, y aquí paz y después gloria, pero estos energúmenos quieren que pasemos por el haro -el suyo- y yo ya no estoy como para aguantar jilipolleces de gente que te contesta con los mismos argumentos que tú les rebates. No tienen diálogo, no saben estar, y no saben hablar y me atrevo a decir que hasta ni saben escribir directamente. Para que no se les noten sus carencias, escriben, retocan, resescriben y transcriben luego aquí, después se ponen a sacarle las faltas a los demás.
Hasta ahí llegan, no dan para más. Y si dicen lo del tonto del pueblo, es por no encontrarse solos en esa situción, así, diciéndoselo a otros son felices. Tienen la felicidad del infeliz.
¡Qué le vamos a hacer, tiene que haber de todo! Pero mejor así, que ellos mismos marquen la diferencia.
He estado, hemos estado, cambiando impresiones otros foreros y yo y no ha habido palabras malsonantes entrambos; se dicen las opiniones, se rebaten si se está en desacuerdo y no pasa nada, o se corta para no llegar a mayores, y aquí paz y después gloria, pero estos energúmenos quieren que pasemos por el haro -el suyo- y yo ya no estoy como para aguantar jilipolleces de gente que te contesta con los mismos argumentos que tú les rebates. No tienen diálogo, no saben estar, y no saben hablar y me atrevo a decir que hasta ni saben escribir directamente. Para que no se les noten sus carencias, escriben, retocan, resescriben y transcriben luego aquí, después se ponen a sacarle las faltas a los demás.
Hasta ahí llegan, no dan para más. Y si dicen lo del tonto del pueblo, es por no encontrarse solos en esa situción, así, diciéndoselo a otros son felices. Tienen la felicidad del infeliz.
¡Qué le vamos a hacer, tiene que haber de todo! Pero mejor así, que ellos mismos marquen la diferencia.