Lo conseguimos. Sevilla fue la Capital de la Vida el pasado sábado. Misión cumplida.
Los profesionales del aborto se equivocaron al elegir España para reunirse e intercambiar sus técnicas de eliminar vidas humanas en serie.
El sábado 23 de octubre Sevilla fue la Capital mundial de la Vida, no la del aborto. La voz de los niños por nacer se oyó más claro que la de sus verdugos.
Miles de sevillanos, de españoles, europeos e hispanoamericanos llegados desde distintos puntos, algunos alejados como Colombia o México, dejaron muy claro que la sociedad no acepta el negocio del aborto y no queremos ser lugar de acogida para sus verdugos.
Los profesionales del aborto se equivocaron al elegir España para reunirse e intercambiar sus técnicas de eliminar vidas humanas en serie.
El sábado 23 de octubre Sevilla fue la Capital mundial de la Vida, no la del aborto. La voz de los niños por nacer se oyó más claro que la de sus verdugos.
Miles de sevillanos, de españoles, europeos e hispanoamericanos llegados desde distintos puntos, algunos alejados como Colombia o México, dejaron muy claro que la sociedad no acepta el negocio del aborto y no queremos ser lugar de acogida para sus verdugos.