No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
Porque ya no le importa...
Siempre tuvo la frente muy alta,
La lengua muy larga
Y la falda muy corta. No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
Porque ya no le importa...
Siempre tuvo la frente muy alta,
La lengua muy larga
Y la falda muy corta.
Y el otoño duró
lo que tarda en llegar el
invierno.
Estas cosas sólo se le ocurren Sabina.