La Campana soñadora....

La Campana soñadora.

La mañana era desagradable, un viento huracanado, soplaba con inusitada fuerza, los vecinos del pequeño pueblo, despertaron sobresaltados por un fuerte ruido de origen desconocido; salieron de sus casas despavoridos.
Cuando llegaron a las inmediaciones de la Iglesia, vieron con consternación que la gran campana de la torre yacía en el suelo, su color de ordinario bronceado lustroso, se mostraba ahora grisáceo descolorido, seguramente a causa de la envidia que en ella despertaban las palomas con las que compartía la torre, contándole sus aventuras y correrías ¡que ladinas, como disfrutaban ¡
Cansada de tocar a rebato cuando había fuego, a gloria cuando había bautizo, repicando los días de fiesta y dando el ultimo adiós cuando se la requería para ello, había decidido irse a recorrer mundo ¡pobre ¡se olvidaba que no tenía piernas.
Los vecinos compadecidos de sus tribulaciones, decidieron tomarla en brazos, y darla un paseo por el pueblo; pero ¡quía ¡pesaba muchísimo.
Reunidas las fuerzas vivas del pueblo decidieron darle un nuevo destino, la instalarían en el parque como tobogán, para que los niños con sus juegos y sus risas, al deslizarse por su falda la devolvieran la alegría, y su bonito color bronceado luciera en todo su esplendor.