Totalmente de acuerdo, no solo unos pocos que cobran una nómina han de ser controlados y sangrados por la Santa Hacienda, todos, cada uno en el nivel que pueda tiene que colaborar con el pago de los impuestos. Y por mucha raza distinta que sea, sus costumbres, hemos de respetarlas, pero ellos han de respetar tambien nuestras obligaciones, que solo conocen y hacen uso de nuestras ventajas.
El caso mas sangrante lo sufrí directamente cuando a mi madre, que estaba muriendo en un hospital, y que había pagado sus impuestos toda su vida, igual que los pago yo, la quisieron dar de alta porque habia una gitana, que estaba en sus mismas circunstancias y no había camas suficientes. Sin más comentarios porque aquello fué muy doloroso.
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