OCHENTA Y UN AÑOS QUE MURIÓ MIGUEL HERNÁNDEZ
Se van pasando los años de tan seria despedida,
a veces notas los daños de ver su vida perdida.
Miguel Hernández sufriendo en la cárcel de Alicante,
Benalua fue sintiendo aquel momento al instante.
La muerte no es el consuelo en aquellas circunstancias,
quisieron poner un velo con raras extravagancias.
Hay condenas tenebrosas y personas alimañas,
con condenas horrorosas que a las gentes nunca engañan.
Miguel poeta del pueblo, Miguel poeta de España.
con sólo pensarlo tiemblo, aunque el tiempo nunca engaña.
Sus versos siguen volando, muchas gentes hoy los aman,
el tiempo los va llevando y pudieran ser reclamas.
Vientos del pueblo nos llevan, nunca sabes la distancia,
más sus versos no se pliegan ni presumen de arrogancia.
Miguel sintiendo sus versos por los Caminos de España.
no le sirvieron suspensos ni conocer gente extraña.
Miguel sufriendo la guerra y las penas que eso empaña,
a cuanta gente se entierra y a su familia se engaña.
La cárcel como destino. En Jaén se le reclama,
es penoso su camino donde jamás allá calma.
Los versos siguen volando y no quieren ver metralla,
los años se van pasando, aunque les pongan muralla.
Miguel sigue en el recuerdo del campesino que labra,
El Niño Yuntero es cuerdo y su tierra le reclama.
G X Cantalapiedra. 28 – 3 - 2023.
Se van pasando los años de tan seria despedida,
a veces notas los daños de ver su vida perdida.
Miguel Hernández sufriendo en la cárcel de Alicante,
Benalua fue sintiendo aquel momento al instante.
La muerte no es el consuelo en aquellas circunstancias,
quisieron poner un velo con raras extravagancias.
Hay condenas tenebrosas y personas alimañas,
con condenas horrorosas que a las gentes nunca engañan.
Miguel poeta del pueblo, Miguel poeta de España.
con sólo pensarlo tiemblo, aunque el tiempo nunca engaña.
Sus versos siguen volando, muchas gentes hoy los aman,
el tiempo los va llevando y pudieran ser reclamas.
Vientos del pueblo nos llevan, nunca sabes la distancia,
más sus versos no se pliegan ni presumen de arrogancia.
Miguel sintiendo sus versos por los Caminos de España.
no le sirvieron suspensos ni conocer gente extraña.
Miguel sufriendo la guerra y las penas que eso empaña,
a cuanta gente se entierra y a su familia se engaña.
La cárcel como destino. En Jaén se le reclama,
es penoso su camino donde jamás allá calma.
Los versos siguen volando y no quieren ver metralla,
los años se van pasando, aunque les pongan muralla.
Miguel sigue en el recuerdo del campesino que labra,
El Niño Yuntero es cuerdo y su tierra le reclama.
G X Cantalapiedra. 28 – 3 - 2023.