EL BORRICO VERBENERO

¡Bello nombre!, verbenero
por gustarle las verbenas,
un borrico con salero
que le gusta la taberna.

Cógelo bien del cabestro
no se baya a emborrachar,
y a ti te echen la culpa
por no saberlo educar.

Con esos ojillos tristes
que te tiene encandilado,
vigila, que son muy listos
aunque burro lo han llamado.

Negro como el azabache
con pelo pincho de erizo,
llévaselo al peluquero
para que le haga unos rizos.

Y de arisco, no digamos,
eso se le ha de enseñar,
que tiene que ser sociable
y dejarse acariciar.

Cuando vayas de paseo
ten “cuidao” con los chiquillos
que todos querrán montar
en el pobre borriquillo.

y si de pienso le das
huevos fritos y castañas,
cualquier cosa que digas
del borrico, no me extraña.

Pues nada, tira “pa lante”
y llévalo a las verbenas,
un borriquillo con arte
que te quitará las penas.